Aprender a utilizar la tecnología con fines pedagógicos lo comparo con el proceso mismo de adquisición de una segunda lengua. Sé que es un símil arriesgado, pero veo que comparten algunas características, como por ejemplo; son procesos que se van adquiriendo a través de diferentes estadios que van ampliando su nivel a medida que se utiliza y se estudia; existen personas que al igual que en una lengua materna han nacido y crecido en un entorno que ha facilitado el uso y la práctica de las herramientas tecnológicas, lo cual ha favorecido al aprendizaje de manera casi inconsciente; existen persona que al igual que se han propuesto aprender una lengua extranjera, han empezado la adquisición de las habilidades digitales en una etapa de su vida que implica un aprendizaje de esfuerzo y conciencia; y también existen personas que están en la mitad de los dos casos anteriores con todos los matices posibles que esto implica. Por mi parte, yo estoy en el grupo de los matices, entre habilidades digitales básicas y el aprendizaje de nuevas herramientas tecnológicas que puedan ser útiles para hacer la vida más eficiente.
Dentro de
los beneficios que considero que aporta la tecnología a nuestras vidas, encuentro
oportuno mencionar que para el desempeño laboral, sea cual sea el área de
conocimiento, la competencia digital nos brinda las herramientas para el
aprovechamiento de nuestro tiempo, esfuerzo y de la manera adecuada, puede garantizar
mejores resultados. Esto, por supuesto,
que también ocurre con nuestra profesión como profesores de ELE.
La
tecnología ha abierto una puerta hacia un universo infinito de posibilidades, es
decir; podemos llevar al aula cualquier clase de contenido cultural, podemos interactuar
de tal forma que no hay que tener en cuenta ni el tiempo, ni el espacio;
podemos “jugar” con los contenidos lingüísticos; podemos dar todo tipo de input
a nuestros estudiantes por medio de audios, imágenes, videos, etc. Así
que, si algo ha ayudado a mejorar las clases, ha sido la implementación de la
tecnología y el esfuerzo de los profesores por dominarla.
¡Bienvenida era digital!
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